Tropiezo en el parque: Prologo

El sol de la tarde se filtraba por los árboles del parque, creando luces y sombras. Vali, listo para el concierto y con sus audífonos puestos mientras caminaba, concentrado en sus pensamientos. Vali no era particularmente sociable, prefería la compañía de los libros, sus pensamientos, su arco o incluso sus audífonos, y la música de Rei, su cantante favorita, cuya música le hacía compañía.

De repente, un pequeño grito y un tropiezo lo sacaron de su ensimismamiento. Una chica de su edad, con un aire ligeramente desorientado, intentaba mantener el equilibrio. Sus ojos oscuros, grandes y sorprendidos se encontraron con los suyos por unos segundos, Vali por reflejo extendió la mano para ayudar a la chica a levantarse.

Los ojos de la chica eran de un color verde oscuro que reflejaban sorpresa, e incluso vergüenza. Cuando cruzamos miradas solo pensé en una cosa, ella era… Hermosa. Una belleza delicada que se sentía relajante, su cabello oscuro, liso y brillante, su nariz pequeña y limpia le daban un aire adorable.

"¿Estás bien?" Le pregunté aún distraído.

Un leve asentimiento, acompañado de una cara levemente sonrojada por la vergüenza. "Sí… lo siento. Me distraje y perdí el equilibrio." Su voz era suave, casi imperceptible bajo el sonido del viento.

"De nada." Respondí para evitar prolongar innecesariamente el contacto visual, con un calor en el pecho que nunca antes había sentido. Me respondió con una sonrisa pequeña y genuina, antes de apartar la mirada con timidez. Noté su vestimenta informal: una camiseta ancha que ocultaba parte de su figura, unos pantalones que parecían ser tipo cargo y unos zapatos cómodos. Recordaba el suave "Gracias" mientras ella se enderezaba y se dirigía a la entrada del parque, precisamente la misma dirección que yo. Me quedé un instante observando su espalda mientras se alejaba. Qué chica tan linda pensé antes de sacudir la cabeza, intentando recuperar el ritmo tan pegadizo que antes me había tenido tan absorto. El concierto me espera.