(Advertencia: Este capítulo contiene contenido explícito y está destinado a lectores adultos.)
Mi corazón dio un vuelco.
—¿M-Mi turno para hacer qué? —susurré aunque sabía exactamente a qué se refería. Mi corazón latía con fuerza en mi pecho.
Levi se acercó aún más.
—Sabes a qué me refiero, Hazel.
Tenía razón. Pensándolo ahora, cada vez que algo sucedía entre nosotros, yo era la única que llegaba al final. Siempre los dejaba con ganas. Y nunca se habían quejado de ello. Era justo que yo diera algo a cambio.
—Pero... pero no sé cómo hacer... eso —dije, inquieta—. Nunca lo he hecho antes. —No tenía experiencia en nada sexual. ¿Podría siquiera satisfacerlos?
—Está bien, Hazel. Podemos enseñarte —dijo Liam dulcemente, tomando mi mano.
—Pero... ¿y si no les gusta? —susurré. Mi cara se puso roja. No podía mirarlos a los ojos, así que miré al agua en su lugar—. ¿Y si termino decepcionándolos?