Tiannan, un periodista en prácticas en una agencia de noticias llamada Xiao Bei, regresó felizmente apresurado a la empresa.
La tarea de despacho a la Plaza Treles esta vez le había proporcionado mil yuan en gastos de viaje, una pequeña fortuna, y la solicitud de la otra parte era demasiado simple, solo publicar una noticia destacando la hora de apertura de la Plaza Treles, con un nivel de dificultad prácticamente cero.
—Xiao Bei, has vuelto tan pronto, ¿ya terminó todo por allá? —Cheng Yang, el reportero jefe recién ascendido en Noticias Tiannan, preguntó sorprendido mientras levantaba la mirada.
Xiao Bei había sido su protegido desde siempre, prácticamente su medio discípulo, y por supuesto, Cheng Yang lo había enviado a esta lucrativa tarea.
—Sí, Sr. Cheng, terminó muy rápido, menos de media hora en total —Xiao Bei relató la situación.
—¿Se quedó Bai Xiaosheng sin estrategias esta vez? —Cheng Yang no pudo evitar sentir un poco de curiosidad.