Hoy en día, en La Última Era de las Artes Marciales Antiguas, solo hay un puñado de personas que pueden usar un Horno de Alquimia.
Si es un Horno de Alquimia, corroído por los años, me temo que ya no sea utilizable, y comprarlo para usarlo como decoración no valdría la pena.
Cuando Huo Langshan tocó el Horno de Alquimia, fue como si estuviera agarrando el corazón de Zhou Yang, que se le hizo un nudo, esperando que este viejo fantasma no viera su precioso valor.
Huo Langshan miró a Zhou Yang por el rabillo del ojo, y justo en ese momento sus miradas se cruzaron por un instante.
El corazón de Zhou Yang dio un vuelco, maldiciendo internamente que este viejo fantasma era astuto y taimado.
Fingió desdén:
—¿Podría ser que el Doctor Divino Huo también esté interesado en este objeto?
Con una sonrisa misteriosa, Huo Langshan dijo:
—El CEO Zhou está interesado, así que este viejo también está interesado. Presumiblemente, ¿el CEO Zhou conoce los orígenes de este artículo?