Capítulo 172: ¡Dos Días y Una Noche!

En una neblina, Kawabata Kage sintió que le quitaban la ropa, un par de manos acariciando suavemente su cuerpo.

El aliento jugaba sobre su piel, tensando cada nervio dentro de su cuerpo, como una brisa primaveral que barre una extensa pradera, atravesando la puerta de su corazón herméticamente cerrado, trayendo un placer que nunca antes había experimentado.

Tímida, avergonzada, contenida, había una especie de inquietud febril.

Se perdió a sí misma, su cuerpo hundiéndose en un limo tierno, ahogándose, ahogándose sin fin.

Mordisqueando sus labios rojos, dejó escapar un murmullo ebrio, extendiendo sus brazos para abrazar el cuello de aquel en su mente, como una flor en ciernes anhelando el bautismo del dulce rocío.

En un aturdimiento, sintió algo.

Impaciente pero extremadamente ansiosa, su corazón latía furiosamente, y de repente abrió los ojos de par en par.

—¡Ah!