Capítulo 350, ¡Incidente en el Hospital!

Se recostó en el suelo, y ella, como una leoparda blanca como la nieve en celo, agarró su corbata con una mano, a horcajadas sobre su vientre, se inclinó ligeramente, su largo cabello cayendo en cascada, sus ojos y cejas como de seda, mordiendo suavemente sus labios rojos.

Bajó el escote de su blusa transparente, permitiendo que sus respiraciones secas y calientes fluyeran más libremente.

Era un acto inútil, pero provocó una suave extensión de tierna blancura.

—No quiero agujas... Quiero...

Su conciencia estaba nebulosa, imprudente, se inclinó hacia adelante, oliendo tiernamente su mejilla, su aliento cálido y apresurado como el de una leoparda acicalando a su presa recién capturada.

Dentro de Zhou Yang, una estampida de mil caballos retumbaba, dejándolo completamente impactado.

Esto...