En el teléfono, la voz respondió:
—Sr. Lu, quédese tranquilo, mis acciones son extremadamente confidenciales, ningún extraño lo sabrá. El criminal era arrogante por naturaleza, y le dije que no mostrara su cara, pero insistió en llamar a amigos para tomar copas y celebrar. Como resultado, fue emboscado y asesinado. Cuando llegué, solo quedaban cadáveres —debieron ser sus enemigos quienes vinieron por ellos y los eliminaron a todos.
Lu Yunxiao suspiró aliviado y dijo:
—Eso es lo mejor, te ahorra algunos problemas, simplemente finge que nada sucedió.
La llamada terminó.
Xia Zhonglin preguntó ansiosamente:
—Sr. Lu, ¿podría haber habido alguna complicación imprevista?
Lu Yunxiao negó con la cabeza:
—No, el criminal que acaba de escapar de prisión fue asesinado por sus enemigos, ahorrándonos el problema.
Xia Zhonglin entrecerró los ojos y dijo:
—¿Podría haber algún engaño involucrado...?
Lu Yunxiao respondió con confianza: