—¿Oh? ¿Qué buenas noticias? —preguntó Lu Yunxiao con fingida curiosidad.
—Acabo de recibir información de que Wu Gang se apresuró a Haicheng. Debe no haber podido soportar la presión allí y fue a apagar el fuego. ¡Usted es verdaderamente brillante, Sr. Lu! —Xia Zhonglin seguía en la oscuridad, riendo con la boca bien abierta.
Lu Yunxiao lo encontró divertido y dijo con jactancia:
—Nadie sabe sobre este asunto. Incluso si va a Haicheng, no podrá descubrir ningún problema. Con Wu Gang ya no siendo una amenaza para la Familia Xia, puedo estar tranquilo. Mi abuelo me está presionando; tengo que tomar un avión de regreso a Ciudad Yan esta tarde.
Xia Zhonglin se volvió sospechoso y preguntó:
—¿Cuál es la prisa?
Lu Yunxiao ya había pensado en una estrategia y susurró: