Gongsun Yan dijo con una sonrisa:
—Date prisa en volver para prepararte para tu cita, charlaré con tu abuelo un rato.
Gongsun Xiao se levantó, se sacudió el polvo de las nalgas y, con un resoplido coqueto, dijo:
—Te burlas de mí en cuanto regreso, ¡no me molestaré contigo!
La princesa se marchó furiosa, haciendo que el Abuelo y el Padre sacudieran la cabeza y rieran.
—Padre, ¿cómo va la recuperación de tu cuerpo últimamente? —preguntó Gongsun Yan con preocupación, inclinándose ligeramente.
Gongsun Li, de edad avanzada, había sido diagnosticado con cáncer y había gastado una fortuna en un equipo internacional de primera categoría para el tratamiento. Aunque la condición se había estabilizado, su cuerpo estaba mucho más débil que antes.
Gongsun Li agitó la mano con indiferencia: