Ciudadela de Amitiel, Órbita de Neptuno -
Amitiel asimilaba con fría eficiencia la compleja red de engaños y roles asignados a las facciones de Lira y los futuros bloques económicos de Terra. Era un tapiz de manipulación a escala galáctica, y él sería el principal tejedor.
Fue entonces cuando la vasta e insondable conciencia de Cthulhu se agitó de nuevo, su "voz" gutural y distorsionante de la realidad llenando la sala de mando con una nueva directriz.
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Amitiel procesó la idea. "¿Un reemplazo para el puesto avanzado en el norte de Rusia, Gran Soñador? Ese enclave ha servido discretamente durante sus ciclos de sueño, pero ciertamente carece de la... sutileza estratégica para esta nueva fase."
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La mente de Amitiel se agudizó, anticipando los criterios.
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<<Nunca entrará en conflictos externos directos con otros bloques; su rol será el de facilitador indispensable, el de mediador 'honesto'... el lubricante esencial para el comercio global y la 'cooperación' entre los bloques que, en la superficie, parecerán rivales acérrimos.>>
La "sonrisa" de Cthulhu se hizo más pronunciada en la disformidad de su manifestación. <
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Amitiel, el Estratega Caído, asintió con lenta apreciación. "Una estrategia de engaño y control verdaderamente inspirada, Gran Primigenio. Un nexo de poder disfrazado de impotencia y servicio. ¿Habéis identificado ya la nación terrenal que tendrá el honor de cumplir este rol crucial en el Nuevo Orden?"
<> la respuesta de Cthulhu fue instantánea, resonando con una certeza que hacía temblar los fundamentos de la realidad. <
Un silencio cargado de implicaciones llenó la sala.
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Amitiel consideró la elección. México. Un país con una historia de conquistas, de sincretismo cultural y religioso, de profundas corrientes místicas y, crucialmente, con una ubicación estratégica como puente entre los futuros bloques económicos que planeaban. Su proximidad al vórtice de Cancún, donde la primera brecha había sido abierta, no era una coincidencia menor.
"Una elección... inspirada y profundamente estratégica, Gran Soñador," respondió Amitiel, su propia mente ya visualizando la red de control que se extendería desde ese nuevo corazón de sus operaciones terrenales. "Un nexo discreto para el mundo, pero energéticamente potente para nosotros. Comenzaremos los preparativos para establecer nuestra nueva cabeza de puente en Terra allí. Los restos de las Trece Familias, o sus sucesores designados, serán informados de este nuevo centro de poder cuando el dispositivo de comunicación esté operativo y el momento sea propicio para su... adoctrinamiento."
La decisión estaba tomada. Mientras la humanidad luchaba contra monstruos y desastres en la superficie, los verdaderos arquitectos del nuevo orden mundial planeaban instalarse en su patio trasero, convirtiendo una nación en el epicentro de su control global y en una granja de energía psíquica y mágica. El juego de ajedrez cósmico estaba a punto de volverse mucho más personal y peligroso para los defensores de la Tierra.