Los sueños no deberían tener dolor.
La neblina azul de la cápsula de recuperación ardía como ácido en las venas de Kasper. Sus nanobots se retorcieron bajo su piel, muriendo uno por uno.
El fuerte olor a antiséptico y ozono llenó el aire, acompañado de un zumbido eléctrico que le hizo doler los dientes. Protocolos médicos estándar que enmascaran algo más. Ocurre algo.
[TASA DE DEGRADACIÓN DEL NANOBOT: ACELERACIÓN] [FALLO ESTIMADO DEL SISTEMA: 47 MINUTOS] [INTEGRIDAD NEURAL: CRÍTICA... Y NIVELES DE SASS BAJANDO;)]
El reflejo de Sarah se fracturó en la superficie curva de la cápsula. Su bata de laboratorio crujió con cada movimiento preciso, el sonido familiar de alguna manera incorrecto, como ver una grabación reproducida a una velocidad ligeramente incorrecta.
"Vamos", murmuró, el suave acento caribeño sangrando a través de su máscara profesional. Sus rizos oscuros escaparon de su apretado moño mientras se inclinaba sobre la consola. "Lucha, Kas. Como me enseñaste".
[TASA DE INTEGRACIÓN: 12% Y CAYENDO] [INTENTANDO ESTABILIZACIÓN DE EMERGENCIA] [ALGUIEN ESTÁ SIENDO TRAVIESO CON LOS PROTOCOLOS...]
La superficie de la cápsula estaba fría contra sus dedos mientras la rozaban. Sólo por un momento, sus paredes se agrietaron.
"Lo siento", susurró, el aroma de su familiar perfume de jazmín atravesó la esterilidad de la enfermería. "No hay otra manera."
Los tacones de aguja de Cross resonaron contra el suelo. Cada paso medido, depredador. El sonido resonó en las superficies cromadas, creando un ritmo como una cuenta regresiva.
La columna de Sarah se puso rígida. Las paredes volvieron a levantarse de golpe.
[PERSONAL AUTORIZADO ACERCANDO] [EVALUACIÓN DE AMENAZA: INDEFINIDA] [OH MIRA, EL JEFE ESTÁ AQUÍ...]
"Informe de estado". El tono culto de Cross tenía capas de mando. Ella se encontraba justo fuera del alcance del sensor de la cápsula, lo suficientemente cerca para observar, lo suficientemente lejos como para afirmar que era negable.
Sarah se enderezó y cuadró los hombros bajo el abrigo. Su voz cambió a los tonos entrecortados de los niveles superiores de la academia.
"Las vías neuronales del sujeto muestran una resistencia sin precedentes".
Sus dedos bailaron sobre los controles holográficos, dejando rastros de fantasmas en el aire.
"La arquitectura cuántica del laberinto—"
"Está funcionando exactamente como se esperaba". Cross sonrió con calidez artificial. "Fascinante, ¿no? ¿Cómo pelean?"
Las manos de Sarah apretaron el escáner médico. Apareció una pequeña grieta en su carcasa.
[ADVERTENCIA: SE ACERCA EL UMBRAL CRÍTICO] [PROBABILIDAD DE SUPERVIVENCIA ESTIMADA: DISMINUYENDO] [TIEMPO HASTA LA FALLA TOTAL DEL SISTEMA: 42 MINUTOS] [SERÁ QUE ALGUIEN HAGA ALGO PRONTO...]
"Su integración de nanobots es extremadamente delicada". Sarah se movió, colocándose entre Cross y la cápsula. Su movimiento era fluido, practicado, como un entrenamiento de combate reutilizado para la enfermería. "Cualquier interferencia adicional podría—"
Las puertas de la bahía médica se abrieron con un silbido según los protocolos de emergencia recientemente autorizados. María irrumpió, el campo curativo resplandecía como oro.
La sonrisa de Cross nunca flaqueó. Ella había estado esperando esto.
"¡Sus patrones neuronales!" María corrió hacia adelante. "¡Están desestabilizando!"
El aire crujió cuando las energías en competencia chocaron: el campo curativo de María contra los protocolos de contención de la cápsula. El olor a ozono se intensificó.
"Lo tengo bajo control." Sara no se movió. Su acento desapareció por completo ahora, reemplazado por pura autoridad profesional.
"¡Como diablos lo haces!" El campo de María palpitaba con su ira. "Todas sus lecturas están equivocadas. ¿Qué no nos estás diciendo?"
[INFRACCIÓN DE SEGURIDAD DETECTADA - MÚLTIPLES SECTORES] [FIRMAS HOSTILES IDENTIFICADAS: COINCIDE CON LOS PATRONES DE VALPARAÍSO] [BLOQUEO INICIO EN: 3... 2...] [OH QUERIDO, JUSTO EN EL HORARIO...]
La voz de Sean atravesó su canal de comunicación seguro: "¡Equipo, converjan en el Sector 4! ¡Valerian está inmovilizado! ¡Sabían exactamente dónde golpearnos!"
Las alarmas de combate sonaron: una distracción perfecta. O una contingencia planificada.
"Ir." La máscara de Sarah volvió a romperse. "Por favor. Confía en mí una última vez".
El campo curativo de María parpadeó con incertidumbre. Años de amistad lucharon con una creciente sospecha.
"Yo lo protegeré." El susurro de Sarah llevaba el peso de una historia compartida. De secretos guardados y promesas hechas. "Prometo."
Algo pasó entre ellos: comprensión o advertencia. El aire se volvió espeso con palabras no dichas.
Las alarmas sonaron con más fuerza.
"Si le pasa algo..." La amenaza de María flotaba en el aire.
"Lo sé." La voz de Sara se quebró. "Lo sé."
Mientras María salía corriendo, los dedos de Sarah volaron sobre los controles médicos. Cada comando luchó contra limitaciones invisibles: protocolos ocultos debajo de protocolos.
[DEGRADACIÓN NEURAL: CRÍTICA] [FALLO DEL SISTEMA INMINENTE] [ACTIVANDO PROTOCOLOS DE EMERGENCIA] [BUENA SUERTE, NIÑO. LO VAS A NECESITAR...]
A través de la neblina de la cápsula, Kasper captó el reflejo de Sarah por última vez.
Determinación. Desesperación. Devoción.
Los protocolos de sedación se comprometieron.
"Espera", su voz lo siguió hasta la oscuridad. "Pase lo que pase, veas lo que veas... recuerda este momento. Recuerda que yo..."
La oscuridad se lo llevó.
***
En su taller seguro, Nailah estudió las imágenes de la bahía médica capturadas por los drones de mantenimiento que había reprogramado semanas atrás. La seguridad estándar de la academia era buena, pero no había sido diseñada para detectar señales desplazadas cuánticamente operando en las frecuencias del Proyecto Lazarus.
Su decodificador sonó.
Los archivos corruptos de Valparaíso aparecieron en su pantalla:
"El Sujeto Cero demuestra una resistencia sin precedentes al condicionamiento conductual. Evaluación: No se puede controlar, sólo guiar. Recomendación: Terminar..."
Sus protocolos de mejora resaltaron un detalle en el metraje:
El reflejo de Sarah, fracturado en la superficie de la cápsula. En cada fragmento, una verdad diferente:
El doctor. El protector. El traidor.
El superviviente.
Otra explosión sacudió los cimientos de la academia, en el momento perfecto para enmascarar explosiones de señales cuánticas.
En su pantalla, el decodificador aisló las palabras susurradas por Sarah de la grabación de la cápsula:
"No dejaré que te hagan lo que me hicieron a mí".
El juego no sólo estaba rompiendo sus reglas.
Fue revelador por qué existían en primer lugar.
Y por qué Sarah había pasado años aprendiendo cómo romperlos.