Fallo del sistema

En la repentina oscuridad, los nanobots funcionales restantes de Kasper gritaron con advertencias de proximidad.

Los sistemas de combate se activaron a su alrededor, pero las únicas señales de calor en la habitación eran las suyas.

"¡Abajo!" El entrenamiento táctico de Valerian se activó, su ojo cibernético ya calculaba patrones de trayectoria a través de la oscuridad. "¡Se están materializando múltiples firmas hostiles!"

El primer disparo atravesó la oscuridad con una precisión letal.

Los nanobots comprometidos de Kasper lucharon por formar un escudo. Demasiado lento. El dolor explotó en su hombro cuando algo crujió a través de sus debilitadas defensas.

El campo curativo de María se intensificó. Lucas la empujó detrás de una consola, con la voz tensa al darse cuenta. "El sistema de seguridad ha sido completamente recableado. Estos no son intrusos, son..."

Otro disparo atravesó el aire. El escudo de Sean apenas lo desvió y la descarga de energía iluminó su rostro por una fracción de segundo. "¡Equipo, dispérsense! ¡Patrón estándar tres!"

Pero cuando Kasper se dispuso a obedecer, sus nanobots se paralizaron por completo.

[FALLO CRÍTICO DEL SISTEMA] [CÓDIGO EXTRANJERO DETECTADO - FUENTE: ANULACIÓN MÉDICA AUTORIZADA] [TODOS LOS SISTEMAS APAGÁNDOSE...]

Lo último que vio antes de que sus sistemas fallaran fue el rostro de Sarah en las luces de emergencia. Por un momento, su expresión no fue de miedo o preocupación.

Fue satisfacción.

Entonces la oscuridad se apoderó de él y comenzó la verdadera pesadilla.

Horas más tarde, los programas de descifrado cuántico de Nailah finalmente descifraron el mensaje oculto en la base de datos comprometida de Lucas:

"El laberinto recuerda. Pregúntale a Sarah sobre Valparaíso".

En la enfermería, la cápsula de recuperación de Kasper pulsaba con vida artificial. Sarah no se había apartado de su lado y sus dedos se movían por los controles médicos con la misma gracia precisa que había mostrado antes.

Demasiado perfecto.

Detrás de ella, el comandante Cross observaba con ojos cibernéticos sin parpadear.

Ninguno de los dos notó el pequeño dron de combate escaneando desde las sombras, su firma cuántica enmascarada por protocolos que no deberían existir fuera del Proyecto Lazarus.

El mensaje del dron se transmitió en frecuencias que sólo los sistemas mejorados de Nailah podían detectar:

"Objetivo adquirido. Fase dos iniciada".

El juego apenas comenzaba.