Capítulo 96: Campo de Caídos

PUNTO DE VISTA DE ARIA

La sangre cubría mis manos mientras las presionaba contra el pecho de Mira. Su respiración se producía en cortos y dolorosos jadeos.

—¡Quédate conmigo! —supliqué mientras sus ojos se cerraban—. ¡Mira, por favor!

A nuestro alrededor, el campo de batalla era una pesadilla. Cuerpos por todas partes. Lobos heridos pidiendo ayuda. Los humanos de la División Sombra habían atacado con armas que nunca había visto antes – pistolas que disparaban balas de plata que explotaban dentro de sus objetivos.

—¡Luna, te necesitamos aquí! —gritó alguien frenéticamente.

Levanté la mirada para ver a Darío, el antiguo Alfa, inclinado sobre un joven lobo. El chico no podía tener más de dieciséis años. Su pecho apenas se movía.

—No puedo dejar a Mira —dije, con lágrimas corriendo por mi rostro.

Lucien apareció a mi lado, con la ropa rasgada y ensangrentada.

—Yo me ocuparé de ella. Ve.