Capítulo 97: La Marea Cambiante

PUNTO DE VISTA DE ARIA

Me desperté con agua fría salpicándome la cara. Mis ojos se abrieron de golpe mientras jadeaba en busca de aire. Esposas de metal se clavaban en mis muñecas. Estaba atada a una mesa en una habitación blanca y brillante que olía a productos químicos.

—La Luna está despierta —dijo un hombre con bata blanca, escribiendo algo en una tablilla—. Informen a la Comandante Hayes.

El pánico creció en mi pecho. La División Sombra me había capturado. Tiré de las restricciones, pero no se movieron.

—No gastes tu energía —dijo el hombre sin levantar la vista—. Esas esposas están hechas de acero infundido con plata. Ningún monstruo puede romperlas.

Mi mente trabajaba a toda velocidad. ¿Dónde estaba mi manada? ¿Mis parejas? Lo último que recordaba era desplomarme en la entrada de la cueva después de ser alcanzada por algún tipo de dardo.

La puerta se deslizó y entró una mujer alta con cabello corto y gris. Su uniforme estaba cubierto de medallas.