Hiroshi, con la fuerza aún multiplicada por cuatro por la Ira de los Titanes, se lanza de frente contra Gorrak.
—¡Ahora vas a ver, monstruo!
—¡Espera, Hiroshi! ¡Tenemos que trazar un plan! —gritó Hiroaki, alarmado.
Pero ya era tarde.
Hiroshi activó Danza de la Espada.
Su cuerpo se volvió un torbellino de cortes veloces, la espada karmesí brillando como fuego encendido. Pero justo al llegar a Gorrak...
CLANK.
Gorrak alzó una sola mano... y atrapó la espada. Sin inmutarse.
Y entonces, con la otra mano libre, le metió un puñetazo directo al estómago.
¡PUM!
Un sonido seco, brutal.Tan fuerte que le crujió la espalda a Hiroshi. Su cuerpo se curvó hacia atrás, escupiendo saliva.Salió disparado por los aires como si fuese una simple muñeca de trapo.
Hiroaki se quedó petrificado.
—¡No puede ser!—¿Un solo puñetazo...? ¡Lo ha mandado a volar!—¿Qué clase de monstruo es este...?
Gorrak sonrió con arrogancia, disfrutando de la escena.
—¿Pensabais que la fuerza era solo vuestra...?Primavera para mí... ¡qué broma!
Hiroaki quiso correr hacia Hiroshi.
—¡Hiroshi!
Pero Gorrak golpeó el suelo con su maza.
¡KRAAAK!El suelo se resquebrajó en todas direcciones, y la onda sísmica hizo que Hiroaki saliera también por los aires.Con esfuerzo, logró caer de rodillas, jadeando.
---
[PENSAMIENTOS DE HIROAKI]
"¿Qué hago...? ¿Cómo vencemos a este ser...?""Con un solo puñetazo ha destrozado a Hiroshi...""Y a mí me ha levantado del suelo como si nada. ¿Qué no podrá hacer si me alcanza de lleno?"
---
Desesperado, alzó su báculo.
—¡Piro++!Una bola de fuego avanzada impactó contra Gorrak.Una explosión envolvió su pecho.
Pero cuando el humo se disipó…
Gorrak ni se movió. Ni siquiera pestañeó.
—Eso solo me hace cosquillas.
Hiroaki se quedó sin palabras.Los ojos abiertos. El sudor frío bajándole por el cuello.
—Esto… esto va a ser chungo de verdad.
---
[Cambio de escena – perspectiva de Hiroshi]
Hiroshi yacía entre escombros, boca abajo. Se incorporó lentamente, apoyándose con una mano.
Escupió sangre. Tosió. Respiró con dificultad.
—Joder… ese puñetazo al estómago duele…—Pero el impacto en la espalda... eso ha sido brutal.—¿De qué está hecho este bicho...?
Se puso de rodillas, temblando.
Alzó la vista… y vio a Gorrak acorralando a Hiroaki, su maza brillando con violencia.
—¡No!
Hiroshi se levantó tambaleando, corriendohacia su compañero.
[Escena: Desesperación – La caída del plan]
Hiroaki retrocedía paso a paso, con la mirada clavada en Gorrak, los ojos abiertos como platos, respirando agitadamente. Su cuerpo temblaba. Estaba asustado. Muy asustado.
Gorrak avanzó con tranquilidad, con la maza colgando a un lado.
—¿Qué pasa? ¿Ya no os reís tanto? ¿Ya no celebráis tanto...?Ya os lo dije… no sois para tanto.
Sin previo aviso, alzó su maza y golpeó aHiroaki de frente.
¡BOOM!
Hiroaki cayó al suelo, retorciéndose. Jadeaba, inmóvil por un instante, los labios ensangrentados.
—¿Estás bien? —gritó Hiroshi.
—Sí… pero no me puedo mover bien… aún no —respondió Hiroaki con la voz rota.
Hiroshi apretó los puños con rabia.
—¡Maldito cabrón!
Se impulsó hacia adelante con todo su poder.Danza de la Espada.Estocada Flamígera.
Un torbellino envuelto en llamas cayó sobre el hombro de Gorrak.
Pero este no se movió ni un centímetro. La barra de vida no bajó. Ni una línea.
Gorrak lo agarró de la cabeza con una sola mano.
No la aplastó.Le golpeó el estómago una y otra y otra vez, y luego lo lanzó con fuerza contra Hiroaki.
¡CRASH!
Ambos rodaron por el suelo.
Hiroaki, herido, se incorporó apenas lo justo.
—¡Cura++!
Una luz brillante envolvió a Hiroshi, restaurando por completo su energía.
---
[Hiroshi - Estado restaurado por Cura++]
---
—Hiroaki… ¿se te ocurre algo contra este bicho? —preguntó Hiroshi, jadeando.
Hiroaki no respondió.Miraba al suelo.Jadeaba rápido. Muy rápido.Paralizado. Como si el aire le faltara.
—Tío… respóndeme. ¿Estás bien? Vamos, dime algo. ¿Qué hacemos?
Nada.Silencio.Solo la respiración entrecortada de Hiroaki.El miedo era total.
—¡Vamos, Hiroaki! ¡Viene hacia nosotros!
Gorrak reía. Se acercaba.
—Os haré lo mismo que hice con Skylander.Os aplastaré. Acabaré con vosotros de una vez.—Me habéis decepcionado.Pensaba que erais más fuertes.No merece la pena luchar contra insectos como vosotros.Hiroshi lo sacudió por los hombros.
—¡Responde! ¡Responde, maldita sea!
Y entonces, Hiroaki levantó la cabeza, temblando.
—Por primera vez... no sé qué estrategia usar.Este bicho es… demasiado imponente.
Se puso en pie con dificultad.Con una mirada decidida, dijo:
—Tengo que usar mi mejor baza.
Levantó el báculo.
—¡Meteorito!
El cielo rugió y una enorme bola de fuegocayó a toda velocidad.
Gorrak la atrapó con una sola mano.La sostuvo.La miró.Y la partió en dos.
¡FSSHHH!
—¿Esto es lo mejor que sabes hacer...?
Hiroaki no se rindió.
—¡Agua++! ¡Hielo++! ¡Aero++!
Explosiones de agua, cristales de hielo, ráfagas de viento cortante.Pero nada funcionó.
Gorrak caminó hacia él con calma.Y con un solo mazazo…
¡BAM!
Hiroaki cayó al suelo. Inconsciente.
HP: 1
---
Hiroshi no gritó.No corrió.No dijo una palabra.
Solo miró a su amigo, caído.Y en su interior, algo se encendió.Una chispa.
No de miedo.Ni de tristeza.De odio.De rabia pura.
[Escena: El limbo – El susurro de la muerte]
Oscuridad. Silencio. Ingravidez.
Hiroaki flotaba en un espacio negro absoluto, como si su cuerpo ya no perteneciera al mundo real. Su respiración era apenas audible.Su corazón palpitaba lento. Muy lento.Cada latido parecía una cuenta regresiva.
Se sentía débil. Roto. Como si algo dentro de él estuviera muriendo.
Abrió los ojos, muy despacio.—¿Dónde estoy...? —preguntó con voz débil, rota.Miró alrededor: todo negro. Un vacío sin fin.
—Estoy... ¿en el limbo...?
Llevó una mano al pecho. Su corazón latía... pero débilmente.Podía sentirlo: la muerte le soplaba la nuca.Y por primera vez en su vida, notó cómo su conexión con el mundo real se desvanecía.
—¿Qué me está pasando...? ¿Qué es esto...?
Trató de incorporarse, pero solo logró arrodillarse. El cuerpo no le respondía. El alma parecía arrastrarse.
Y entonces… alguien apareció.Una silueta conocida. Tranquila. Fría.
Kenshiro.
Sus ojos se abrieron como platos.Trató de levantarse, incluso de correr hacia él…Pero estaba demasiado débil.
Kenshiro no se reía. No sonreía. No hacía gestos. Solo lo observaba.
—Humano débil. No sirves para nada.
—¿Por qué haces esto...? —preguntó Hiroaki con dificultad—.¿Has mandado tú a Gorrak a destruir Skylander...?
Kenshiro dio unos pasos, de espaldas a él, sin girarse.
—Ya te lo dije.Quiero acabar con todo.Con toda Calisthea.Y nadie me lo va a impedir.
—¿¡Qué...!? —Hiroaki se quedó mudo.
—Si tengo que matar jugadores, los mataré.Cumpliré mi propósito.
Y entonces todo se conectó.
---
[PENSAMIENTOS DE HIROAKI]"¿Matar jugadores...? Entonces... eso es lo que ha estado haciendo...""Lo que dijo el vendedor... de que algo iba mal en el juego…”"¿Te quedas atrapado en el videojuego...? ¿Y si mueres aquí... mueres de verdad?"
---
Kenshiro solo dijo una frase más, sin mirar atrás:
—Esto solo les pasa a humanos débiles como vosotros.
No dijo nada más. No se despidió.Solo desapareció.
Su figura se desvaneció en la negrura.Y, aun así, su presencia seguía imponiendo.
Hiroaki lo miraba irse, temblando.Y antes de desvanecerse por completo, Kenshiro giró apenas el rostro.
—Estad atentos…Porque ahora os toca a vosotros.
Y desapareció.
Hiroaki se quedó inmóvil.
—Va por nosotros... va a matarnos…
Y por fin lo comprendió todo.Si mueren aquí… mueren también en la vida real.A eso se refería el vendedor. A eso se refería todo.
[Escena: El rugido de la rabia – El contraataque de la desesperación]
Corte.
Hiroshi estaba temblando.Pero no por miedo.Temblaba de pura rabia.
Miraba el cuerpo de Hiroaki, inmóvil en el suelo. Su respiración era casi inexistente.
—¡Maldito hijo de puta! —gritó con la voz rota—.¿¡Qué le has hecho a mi amigo!?
Gorrak se rió. Una carcajada seca, sucia.
—¿Qué pasa...? ¿No puedes vivir sin tu novio?Patético.
En ese momento, algo cambió.
El cuerpo de Hiroshi empezó a chispear. Electricidad pura recorría sus brazos, sus hombros, su pecho.Un aura de furia crepitaba a su alrededor.
Gorrak entrecerró los ojos.—¿Y ahora qué…?
Hiroshi no respondió.Se lanzó.
A toda velocidad, con una furia desatada, comenzó a golpear con espadazos salvajes, sin pensar, sin táctica, solo pura ira.
Gorrak paraba cada golpe con la mano abierta. Sin moverse.
—¿Esto es lo mejor que sabes hacer...?
Y con la palma abierta, lo golpeó en el pecho.
¡BOOM!
Una ráfaga de viento explotó desde la espalda de Hiroshi.Salió disparado hacia atrás, rodando por el suelo.
Pero se levantó. Rápido. Furioso.Y volvió a lanzarse.
Más espadazos. Más ira.Letales. A lo loco.
Gorrak alzó la mano para detenerlo, pero esta vez… algo cambió.
—Tch... —gruñó, sacudiendo la palma—.¡Me escuece la mano, maldito insecto!
—¡No me importa! —gritó Hiroshi, fuera de sí.
—Eres una mosca cojonera…
Gorrak le metió un puñetazo directo en la cara.Hiroshi cayó al suelo, jadeando. Débil. Golpeado.
Miró hacia su amigo, tendido aún.
—Por favor… no mueras... —susurró.
Gorrak se acercó caminando, con la maza al hombro.
—Patético. Ni con ese estallido has logrado hacerme nada.Definitivamente, no valéis ni un duro.
Se paró frente a Hiroaki, que seguía inconsciente.
Abrió su menú.
---
[Inventario de Hiroshi][Poción x50][Restaura HP moderadamente][Usar/Desechar][Éter x30][Restaura PM moderadamente][Usar/Desechar][Ultrapoción x15][Restaura gran parte del HP][Usa/Desechar]
---
Sacó una ultrapoción.
Una ventana flotó ante él[¿Desea usar la Ultrapoción?][Sí/No]
Sin pensarlo un segundo, Hiroshi pulsó en [Sí]
—Vamos, colega…
Se la hizo beber con cuidado, forzando suavemente los labios de Hiroaki.
Nada. Al principio, seguía inconsciente.
Hiroshi miró a Gorrak.A la maza.A la distancia.A la muerte.
Y pensó:
—¿Y ahora qué hago...?¿Qué es lo que puedo hacer...?
[Escena: La respiración del cambio – Elimpulso que se convierte en plan]
Silencio.
Hiroaki seguía inconsciente.
Y Hiroshi, de rodillas, temblaba. No por dolor esta vez… sino por el peso del momento.
---
[PENSAMIENTOS DE HIROSHI]
"¿Qué hago ahora...? Hiroaki no se mueve. Gorrak está entero. Y yo... yo solo sé lanzar espadazos como un loco..."
"Siempre ha sido Hiroaki quien pensaba. El estratega.Y yo… el impulsivo. El que atacaba a lo loco… como hace un rato."
---
Hiroshi cerró los ojos. Respiró hondo. Una. Dos. Tres veces.Se puso en pie lentamente. Muy lentamente.Apretó la empuñadura de su espada con fuerza.
Sus nudillos crujieron.
Gorrak lo observaba con una ceja alzada.
—¿Qué pasa...? ¿Haciendo ejercicios de calentamiento a estas alturas del combate? —rió con desprecio.
---
[PENSAMIENTOS DE HIROSHI]
"Hiroaki siempre ha sido el estratega.Pero esta vez… me toca a mí."
"No sé mucho de tácticas… pero atacar a lo loco no basta con este ser.Es demasiado poderoso.Así que tengo que pensar, aunque sea a mi manera.Aunque muera… al menos haré que le cueste."
---
Gorrak, aburrido, giró su maza entre los dedos.
—Bah. Vamos a acabar con esto.
La levantó con una sola mano y la lanzó hacia Hiroshi con un rugido.
¡CRACK!
Pero Hiroshi lo vio venir.Esquivó con una finta rápida, giró con agilidad... y contraatacó.
Un espadazo limpio. Preciso. Certero.Directo al brazo de Gorrak.
¡SLAAASH!
Un corte profundo lo atravesó.La sangre brotó en chorros, salpicando el suelo.Gorrak dio un paso atrás. Rugió.
—¡AAGGHHH! ¡MALDITO INSECTO DE MIERDA! ¿¡CÓMO TE ATREVES!?
Hiroshi abrió los ojos de par en par, sorprendido.
—¿Eh...? ¿Le he hecho daño...?Bueno… algo es algo, ¿no?
Gorrak apretó los dientes, la rabia en su rostro era pura furia.
—¡TE VAS A ARREPENTIR DE HABERME TOCADO!
Alzó los brazos. Rugió con toda su voz.
—¡GRITO DE GUERRA!
---
[Gorrak - Estado: Ataque aumentado +5% (Grito de Guerra)]
---
Pero Hiroshi ni se inmutó.
—Vamos allá… —murmuró.
Activó su habilidad. Dos veces.
—¡IRA DE LOS TITANES! ¡IRA DE LOS TITANES!
---
[Hiroshi - Estado: Fuerza x4 (Ira de losTitanes x2)]
---
Gorrak frunció el ceño por un instante. Luego esbozó una mueca burlona.
—¿Tú también? Hmph... eso no es para tanto.
Hiroshi sonrió con confianza.
—¿Ah no? Pues yo a ti ya te he hecho un corte.Prepárate, porque te voy a hacer veinte más.
Gorrak bufó.
—Déjate de clichés absurdos…Y empieza el combate de una vez.
[Escena: Castillo Flotante – El Trono del Fin]
En lo más alto del cielo, donde las nubes se disolvían bajo una estructura de obsidiana suspendida por magia, Kenshiro no Oni reposaba en su trono.Un espacio amplio, oscuro, sin fin visible, como si el castillo flotara en el vacío mismo.
Kenshiro estaba inquieto.Sus dedos tamborileaban contra el brazo del trono.Sus ojos rojos brillaban con impaciencia.
—Este tozudo está tardando demasiado… —murmuró.
A su derecha, una figura delgada y elegante, de rostro afilado y mirada arrogante, rió entre dientes.
—¿Gorrak? Ese bruto no sería capaz ni de matar una mosca si no la viera de frente.—Empieza a darme vergüenza ajena. —añadió Asterisco, el Rey Elfo Oscuro.
Kenshiro no giró la cabeza. Solo alzó ligeramente una mano.
—Genshiro.
Desde las sombras, una figura encapuchada apareció en silencio:Genshiro Obelisk, el ninja sombrío.
—A su servicio, mi señor. —dijo con reverencia.
—Ve. Averigua qué está ocurriendo en Skylander. Informa.
—Sí, mi señor.
[Cambio de escena – A las afueras de Skylander]
Genshiro llegó al campo de batalla, escondido entre las sombras como una presencia incorpórea.Sus ojos observaban con frialdad. Allí estaban Gorrak y Hiroshi... frente a frente.Sin moverse. Sin luchar.
—¿Pero qué…? —pensó—.Sus órdenes eran destruir la aldea Skylander, no... estancarse.
Sin hacer ruido, desapareció de nuevo, yregresó al castillo flotante.
Kenshiro no Oni lo recibió sin moverse.
—¿Y bien...?
—Están vivos. Hiroaki está inconsciente, pero Hiroshi aún pelea.Gorrak está… luchando. Pero no ha terminado el trabajo.
Kenshiro no mostró molestia.Su voz fue seca, controlada.
—Así que ha decidido quedarse a pelear contra esos mequetrefes. Que lo haga.
Se quedó en silencio unos segundos... y luego añadió:
—Observalos.Toma datos.No interfieras.
—Como ordene.
Genshiro desapareció otra vez.
[Pensamientos de Kenshiro no Oni]
"Esos niños… están empezando a convertirse en un problema."
[Escena: Frente a Gorrak – La estrategia nace del instinto]
Cambio de escena.
El campo de batalla.El aire cargado de tensión.Genshiro Obelisk, oculto entre lassombras, observaba en completo silencio.Sus ojos no parpadeaban. Su presencia era un susurro imperceptible.Solo observaba.Analizaba.
Hiroshi estaba de pie, frente a Gorrak.
Sin previo aviso, se lanzó de nuevo al ataque.
—¡Vamos allá!