Había pasado un año desde su ingreso al Pabellón de Brotes Silenciosos.
Jin Muheon caminaba.No con la torpeza infantil que le correspondía por edad, sino con la precisión medida de quien conoce cada músculo de su cuerpo.
Sus palabras eran pocas, pero su mirada hablaba por él.Los demás niños, todos de tres o cuatro años, empezaban a aceptarlo como un igual… o lo evitaban como si fuera algo más.
Qian Rou nunca se alejaba demasiado. Siempre en las sombras. Siempre observando.
Esa mañana, los niños fueron llevados al Bosque Interior, una zona de práctica con árboles espirituales y energía natural controlada. Allí se realizaban ejercicios de respiración grupales, juegos con formaciones ilusorias y cuentos cultivadores.
Pero algo distinto flotaba en el aire.
Jin lo sintió al instante.Un murmullo. No de los niños. No de los adultos.Sino de su sistema.
"PRIMERA ANOMALÍA DETECTADA...""COORDENADA DE ENLACE: INTERACCIÓN ENTRE TRANSMIGRADOS.""PRUEBA OCULTA ACTIVADA: SUPERVIVENCIA DE INTENCIÓN."
Él giró la cabeza.Y allí estaba.
Un niño de unos cuatro años, cabello corto, ojos oscuros, postura rígida.Lo observaba como si lo conociera. Como si hubiera esperado este momento.
Caminó hacia él, rodeado de otros niños curiosos.
—Tú no eres de aquí —dijo el niño.
Muheon lo observó. No respondió.
—También lo notaste, ¿no? El aire. La energía. Lo antinatural de este mundo.Y tú... ya estás cultivando, ¿verdad?
El silencio de Muheon fue su respuesta.
—Entonces pelearás conmigo —declaró el niño—. No por odio. Por necesidad.
—¿Necesidad? —preguntó Jin finalmente, con voz serena.
—Solo hay espacio para un “excepción”. Uno de nosotros subirá... el otro será pisado.
El sistema volvió a resonar en la mente de ambos:
"CONDICIÓN ACTIVADA: CONFRONTACIÓN ENTRE DESPERTADOS.""RECOMPENSA: DESBLOQUEO DE FUNCIONALIDAD OCULTA: ARQUETIPO LATENTE.""RIESGO: FRACTURA TEMPORAL DE MERIDIANOS SECUNDARIOS."
Jin inspiró hondo.
“Una prueba del sistema... tan pronto.”
No podía usar técnicas. Ni habilidades ofensivas.Solo podía usar lo que tenía: su cuerpo, su energía interna, y su conocimiento.
El otro niño avanzó rápido. No como un experto, pero sí como alguien que ya había peleado.Una palmada baja. Una barrida de piernas. Un intento de humillarlo.
Muheon evadió sin esfuerzo.Se movía como si ya lo hubiera hecho mil veces… y en su mente, era así.Había leído tantas batallas. Visualizado tantas situaciones.Era su primer combate… pero no su primer análisis.
El siguiente ataque fue directo al pecho.
Jin lo aceptó.
En vez de bloquear, canalizó su energía al punto de impacto.No fue un golpe. Fue una transmisión.Y en ese momento… su núcleo brilló.
Una onda sutil, casi imperceptible, salió de su cuerpo.No derribó a nadie. No hizo ruido.Pero todos se quedaron quietos.
El niño mayor dio un paso atrás.Sus ojos se abrieron.
—Tú... tú acabas de formar tu núcleo.
Muheon simplemente lo miró.
—No estoy aquí para competir contigo —dijo—.Estoy aquí para ver si este mundo vale la pena construir algo en él.
Y se dio la vuelta.
Desde una rama alta, Qian Rou observaba la escena.Sus ojos se entrecerraron al ver el brillo sutil en los ojos de Jin.No era dorado.No era rojo.Era azul con trazos de runas negras, como circuitos sellados esperando ser activados.
Ella sonrió, apenas.
—Primer paso… completado.