Capítulo 41: La Mirada Inquebrantable de la Luna

El tranquilo santuario de mis aposentos ofrecía poco consuelo mientras mis pensamientos permanecían fijos en los acontecimientos del día. Toqué la pequeña venda en mi mejilla, el recuerdo de los suaves dedos de Kaelen aún atormentando mi piel.

—Suave —susurré para mí misma, probando la palabra como un idioma desconocido cuando se aplicaba a Kaelen Nightwing. Las mismas manos que casi habían golpeado a Logan hasta la muerte habían tratado mi herida con una ternura que no había sentido en años.

Caminé de un lado a otro por mi dormitorio, tratando de entender su comportamiento. La feroz rabia en sus ojos cuando vio a Logan golpearme. La forma cuidadosa en que había presionado la bolsa de hielo contra mi mejilla. La intensidad en su mirada cuando prometió que nadie volvería a tocarme.

—Me odias —le había dicho.

No lo había negado. Simplemente terminó de atender mi herida y se alejó, rompiendo el momento de conexión.