—¿Dónde está su hermana ahora?
—Buenos días, Sorayah. El Lord Beta te pidió que te prepararas porque es hora de partir de aquí —llegó la voz de Liam desde fuera de la tienda, sacando a Sorayah del torbellino de pensamientos en el que se había estado ahogando.
—Me prepararé —respondió suavemente, con voz baja y cargada de emociones no expresadas. Un suspiro escapó de sus labios. A pesar de todo, no podía enfadarse con Liam. En el fondo, entendía el peso de su situación actual. No quería suponer que él no la había seguido para salvarla solo porque la veía como una simple sirvienta. Ese pensamiento solo alimentaría la amargura que tanto se esforzaba por suprimir.
De hecho, estaba agradecida de que no la hubiera seguido. Si lo hubiera hecho, ¿cómo habría podido comunicarse con Rhys y Anaya? Su ausencia le había dado un pequeño resquicio de control en medio del caos.