"Desnúdate."
La orden fue tajante, impregnada de autoridad, cortando el silencio como el chasquido de un látigo.
El timbre profundo de la voz de Dimitri envió un escalofrío por la espalda de las mujeres reunidas. Habían aprendido rápidamente en los últimos dos días que la obediencia significaba supervivencia. Ante su orden, inclinaron la cabeza, con manos temblorosas mientras se despojaban de la tela fina y harapienta que apenas las protegía de la humillación.
Pero una de ellas no se movió. Permaneció inmóvil en su lugar, provocando que los ojos de Dimitri se estrecharan.
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Nacida en un mundo de engaños, la Princesa Sorayah Drakon fue obligada a vivir como un príncipe, ocultando su género y sus dones únicos. Puede curar heridas, comandar los elementos, disfrazarse como otra persona o animales, manipular sueños, crear poderosas ilusiones y poseer una fuerza que ningún otro humano tiene.
Sintiéndose atrapada, abandona su falsa identidad bajo el manto de la noche para vestirse como mujer. Una noche fatídica, durante una de estas escapadas secretas, conoció a Lupien Nightshade, ¡el príncipe heredero de los hombres lobo! Fue amor a primera vista.
Pero el amor pronto se convierte en tragedia cuando Lupien mata a su padre, sumiendo al reino humano en el caos. Los humanos fueron capturados como esclavos y Sorayah se convirtió en uno de ellos.
Juró venganza, queriendo acercarse a Lupien para matarlo, pero antes de que pudiera hacerlo, ¡fue reclamada por Dimitri Nightshade, el tío de Lupien! Cuando se dio cuenta de que sus intereses estaban alineados, Sorayah buscó ganarse su confianza y usarlo como un arma.
Dos enemigos. Un reino. Una sed compartida de destrucción.
Pero había algo más.
Algo que Sorayah no había planeado.
Dimitri Nightshade era irresistible.
Lo odiaba tanto que quería arrancarle el corazón con sus propias manos, pero no podía negar la forma en que él la hacía arder de pasión.
¿Podrá Sorayah doblegarlo a su voluntad?
¿O quedará atrapada en sus garras para siempre?