“¿Otra vez tarde, Hiroko?”
La mirada que me daba la profesora, no sabría decir si era de decepción, o enojo; lo más probable es que fueran ambos casos.
Muy bien, ¡Tratemos de recordar lo que pasó!
Hace varios minutos terminé peleando contra un jabalí en lo que era un videojuego, ¡en la vida real! No sabría decir si lo extraño fueron los poderes que obtuve en aquel momento, o el hecho de que la ciudad también era super diferente. Por un momento pensé que el tiempo se había detenido, pero por la hora en la que llegué, no pareció ese caso; cuando terminé de pelear contra el jabalí, habían pasado cinco minutos….
La verdad, no entiendo nada del tiempo detenido, la transformación extraña y la ajolote… ¡Ah! ¡Katy! ¡Esa ajolote que me dejó tirada! ¡Ni siquiera me dijo nada antes de desaparecer!
“¡Hiroko! ¿Me estás escuchando?” la maestra estaba frente a mí, muy cerca… ¡Había olvidado que me estaba regañando!
“¡Sí! ¡Lo siento!”
“Bueno.” La maestra pone su mano en su frente, y después de un fuerte suspiro, el cual me hace pensar que está algo cansada de mí, dice lo siguiente:
“Hiroko, debes ser más responsable. Falta poco para los exámenes finales, no puedes seguir con estos retrasos. Ni siquiera tienes las tareas completas… A este paso, terminarás reprobando. No me parece bien que descuides tu futuro de esa forma”.
“¡Lo siento maestra!” con una sonrisa y la mano en la nuca, le respondí; la verdad preferiría no recibir más regaños, por lo que debía ser más cuidadosa. Al pensar eso, solté una risa.
“Llega temprano el lunes” después de esa advertencia, la maestra se fue caminando lentamente.
Entré rápido al salón de clases, donde estaban todos mis compañeros, y sí, solo compañeros.
“¡Hola a todos!” grité emocionada justo en la puerta del salón, después caminé directo a mi mesabanco. Todo parecía estar bien, hasta que de repente…
¡PLAK!
Eso dolió… ¿Con qué me tropecé esta vez…? ¿¡UN BORRADOR!?
Al parecer alguien había dejado su borrador en el suelo y, sin darme cuenta, terminé tropezando con él. Primero una caja, y ahora un borrador ¿Qué sigue? ¿El aire? ¡JAJAJAJAJA!
No pude evitar reírme, pero cuando levanté la mirada, todos me estaban viendo. Me levanté de inmediato, tratando de disimular la vergüenza.
Me limpio el polvo, y en el proceso logro escuchar una melodía muy familiar ¡AH!
“¿¡Esa es la banda sonora del Final Stay Night VII!? ¿¡Juegas ese juego!? ¡Yo también! ¡Deberíamos agregarnos para jugar juntas alguna vez!”
Dos compañeras, justo enfrente de mí, estaban jugando el famoso juego recién salido de Final Stay Night VII, un juego que admiré por el final de su campaña, no puedo creer que haya personas en el salón que compartan gustos similares a los míos.
Me sentía emocionada, que por un momento terminé olvidando un pequeño detalle, las chicas me estaban ignorando.
“Ah, está bien, no se preocupen… más tarde podemos hablar del juego.” Me alejo de ellas lentamente y me siento en mi mesabanco, para esperar la siguiente clase, ¡Me aburre mucho la materia de historia!
Ahora que lo pienso, desde que comenzaron las clases, nadie ha intentado hablarme. Y también cuando yo intento acercarme a los demás, siempre terminan ignorándome, supongo que hacer amigos es algo que requiere mucho trabajo ¡me esforzaré!
***
El tiempo se pasó volando, o al menos eso hubiera deseado jajaja. La materia de historia es demasiado pesada, ¿¡Cómo rayos quieren que recuerde la barbaridad de traiciones que hubo durante la tercera guerra mundial!? ¿¡Y qué rayos hizo el sujeto de la barba chistosa!? El maestro siempre menciona que esa época fue una muy cruel y pesada, muchos países cortaron alianzas y otros terminaron conquistándose… ¡ESPEREN! ¿¡POR QUÉ LES ESTOY CONTANDO ESTO!?
No sé mucho de historia, mis conocimientos se limitan a lo que me enseñan los juegos de estrategia, y lo poco de clases, que de todas formas me desagrada la materia.
Al terminar el día, tomé mi mochila y me levanté de mi mesabanco.
Todas las chicas y chicos de mi salón tienen amistades con quienes ir de camino a casa. Al levantarme de mi mesabanco tengo la costumbre de quedarme unos segundos para ver como se van. La verdad… me pregunto como se siente estar en esa situación. Puedo ver que ríen, se alegran, idean planes para antes de llegar a sus casas.
Suelto una leve sonrisa, mientras pienso: “que envidia”.
Después de que el salón de clases se vaciara, salí lentamente. Una tonalidad anaranjada abundaba en el pasillo a causa del atardecer, se ve muy hermoso.
Me detengo un momento en la ventana, a observar el sol, mientras me digo a mí misma:
“Sigo sin tener amigos, intentaré de nuevo mañana” mientras una leve sonrisa inunda mi rostro.
Me separé de la ventana y me dirigí a la salida, donde escuché a unas personas.
“¿Te diste cuenta? Akada se acercó a nosotras”.
¿Estarán hablando de mí? Por un momento juraría haber escuchado mi apellido… ¿o será de alguien más?
Me acerqué para ver quien había mencionado mi apellido, eran las chicas de mi clase. ¡No puede ser! ¡Hablan de mí! ¡Quiero saber que dicen!
“¿Esa chica rara? ¡Que molestia! Es muy irresponsable y despreocupada, siempre llega tarde, y es tan torpe, ¡Y lo peor es que solo piensa en videojuegos! ¡No tiene nada más en la cabeza!”
“Sí, es el tipo de persona que la sociedad no necesita. ¡No entiendo como logró entrar a esta preparatoria! Probablemente tenía una palanca, o tal vez un profesor le ‘ayudó’, es imposible que pudiera hacerlo con sus calificaciones”.
Jajaja, ya veo. Eso es lo que piensan de mí.
Mis calificaciones apenas y fueron suficientes para lograr entrar, soy muy torpe y algo descuidada.
Una lágrima comenzó a escurrir por mi mejilla, una pequeña lágrima que se quedaba corta ante la sonrisa que hice en ese mismo momento.
¿Saben qué? ¡Es hora de jugar videojuegos!
Podré no haber logrado hacer amigos el día de hoy, ¡pero eso no significa no poder disfrutar la cosa que más amo hacer!
Con toda la energía del mundo, me dirigí al portón de la escuela, porque sabía que, en casa, me esperaba mi computadora.