Klein caminaba normalmente hacia la escuela. Llevaba su bicicleta arrastrandola con una desidia particular.
Tengo... Demasiado sueño.
La noche anterior la había pasado hablando con Kira hasta muy tarde por la noche. Llegó un punto en el que simplemente apagó su teléfono y se durmió, ya que de lo contrario, lo más probable es que hubiera llegado la mañana y siguieran hablando.
La verdad es que estoy acostumbrado a domir muy tarde o directamente no dormir, pero hablar con personas es tan agotador... En especial con esa chica; nunca se cansa.
Bueno, tampoco puedo decir que me desagradó. Es la primera vez después de mucho tiempo que hablo con una persona, exceptuando a ese idiota.
Un leve empujón lo sacó de sus pensamientos, haciéndolo estremecer. Volteó a sus espaldas y vio a la chica de ojos verdes misteriosos mirándolo fijamente.
Klein entrecerró los ojos, buscando algo raro en ella mientras sospechaba de algo.
¿Cómo es que me encontró? ¿Me siguió hasta aquí?
En la noche anterior que había hablado con la chica, él realmente nunca reveló donde vivía. Sumado a eso, la chica le había dicho que vivía apartada cerca del centro de la ciudad, muy lejos de su residencia.
—Sé que lo piensas. Sí, te seguí hasta aquí. —La sonrisa de la chica sugería que era una broma.— Realmente deberías de agradecerlo. Fue un camino bastante largo, me tuve que despertar desde muy temprano.
A pesar de que el claro tono de Kira la indicaba de que era una broma, no pudo evitar estremecerse. Tragó saliva.
—También sé lo que estás pensando ahora mismo. —Kira hizo una pausa dramática mientras alzaba su dedo índice izquierdo—. Piensas que esto es una broma. Pero dime, ¿Realmente lo es?, ¿Cómo yo sabría dónde vives?
Klein la miró con incertidumbre evidente en sus ojos. Los nervios le ganaron y comenzó a caminar rápidamente, intentando alejarse de la chica.
Kira observó esto con notoria diversión en su mirada. Comenzó a trotar para alcanzar al chico que cada vez se alejaba más y más de ella.
—¿Enserio dudas tanto de mí?—. Kira soltó una pequeña risa, casi poniéndose al lado de Klein.
—No te conozco de verdad. Hace unos días comenzamos a hablar y la mayoría de esas conversaciones no involucran temas personales que me revelen quien eres en verdad.— Respondió Klein con la respiración agitada por casi correr.
Ambos habían acelerado demasiado el paso sin darse cuenta.
—Me duele que creas eso de mí. Y tú que me gustas ta-
Antes de poder terminar su oración, Kira comenzó a toser bastante fuerte. No era algo común como una simple tos, parecía que había sido agitada por tanto movimiento.
Klein detuvo su paso en seco, y aún con las respiración inusual, le preguntó a la chica:
—¿Estás bien? Esa no parece normal—. Respondió Klein recuperando el aliento.
Kira volvió a alzar su dedo índice. Cuando terminó de toser y de recuperar el aliento, respondió:
—Estoy bien. Solo que desde pequeña tengo una Irregularidad que me provoca eso cuando me agito mucho, pero no te tienes que preocupar en exceso. Aunque es lindo que lo hagas. —Kira formó una sonrisa en su rostro—. Vamos, es hora de entrar.
Klein alzó una ceja sin comprender bien lo que la chica había intentado decir. Sin embargo, se percató de que habían llegado a las puertas del colegio.
Apresuró el paso y entró junto a la chica.