Aquella que ve el hilo dorado y busca la danza perfecta.
Seyl nació con un hilo invisible atado a su muñeca… uno que solo ella puede ver, y que se deshilacha más con cada decisión.
Dicen que los hilos del destino guían a los elegidos.
Pero el suyo está roto.
En un mundo lleno de danza rotas, de hilos dorados, donde el frío no solo congela cuerpos sino también recuerdos, Seyl con el destino en su mente subirá la torre de dios, en búsqueda de no romper mas danzas.