Para no perderse puntos cruciales de la trama, Roy aumentó su atención hacia Viviana.
Por ejemplo, en el club de teatro, a menudo interrumpía las acciones ocupadas sin sentido de Viviana, invitándola a sentarse, descansar y tomar té. Otro ejemplo, cuando buscaba libros en la biblioteca, ocasionalmente saludaba a la concentrada Viviana y resolvía sus pequeños problemas académicos.
Otras veces, Roy no necesitaba esforzarse mucho. Es demasiado fácil supervisar a alguien en la academia; solo hay que utilizar un poco de actuación suave, algunas palabras razonables, junto con el formidable poder y riqueza de la familia Derek, y naturalmente, muchos estaban dispuestos a ser los ojos de Roy.
Viviana no es Teodoro; ella es incapaz de ocultar su paradero. Como un gorrión gris sin capacidad de autoprotección, viviendo en una jaula invisible para que otros la admiren.
Roy es la espectadora fuera de la jaula.