Grace: Asfixiada

—¡Ay! —gritó, mi mano subiendo rápidamente para agarrar un puñado de su cabello y apartar su cabeza—. ¡¿Qué carajo?!

El dolor atraviesa la neblina sexual, agudo y clarificador como un balde de agua helada, incluso mientras la energía explota entre nosotros. Los hilos se multiplican en cables, en cuerdas, en un maldito tsunami de poder derramándose.

Mi mano vuela a mi cuello, sintiendo humedad. Cuando retiro mis dedos, están manchados con sangre.

—¡¿Acabas de morderme?! —siseo.

No responde, solo gime contra mi hombro.

La mordida palpita, caliente y eléctrica. Puedo sentir mi pulso en ella, latiendo al ritmo de la corriente arcana, e intento desesperadamente aferrarme de nuevo a la energía entre nosotros. Pero es demasiado.

Caine emite un sonido más animal que humano, todo su cuerpo poniéndose rígido sobre mí.

—No. Te. Muevas. —Su voz está desgarrada, apenas reconocible—. Ni un centímetro.