Lira: Anclas y Divinidades

LIRA

Grace parece un ciervo asustado, y contengo mi arcana con fuerza. La pobre está hecha un desastre. Por suerte, durmió durante mi pequeña discusión con su sanguijuela real anoche.

Suspiro.

—La tormenta es una de sus firmas. Le gusta hacer una entrada dramática, pero no es todo culpa suya. El Caos no puede existir realmente sin... —Mis manos revolotean en el aire—. Caos.

—Ajá. —Grace parece más confundida que nunca mientras termina de prepararse su taza de café. Se desliza en el banco frente a mí y da un sorbo lento, sus ojos finalmente encontrándose con los míos sin desviarse por todas partes.

Supongo que finalmente es hora de poner el mundo de la pobre chica patas arriba.

Ella inhala profundamente.

—Entonces, ¿firmé mi propia sentencia de muerte al conocerlo?

—No, no. Nada de eso.

Golpeo con el dedo contra la mesa, observando a la chica frente a mí. Grace está intentando parecer casual, pero todo su cuerpo está tenso y su pierna no deja de temblar bajo la mesa.