Capítulo 30 Alfa Zion Volviéndose Salvaje

Pero entonces sus pensamientos se dirigieron a Levi. La única persona que había permanecido a su lado, su leal Gamma, su único amigo, que nunca había vacilado. La idea de dejarlo atrás, sabiendo el peligro que enfrentaría en su ausencia, le desgarraba el corazón. No podía permitir que muriera por ella, no cuando ella tenía una oportunidad de sobrevivir.

Quería salvarlo, pero su cuerpo se negaba a responder. Impotente, se sumió en un sueño profundo. En esa oscuridad, recuerdos fragmentados y distantes se reproducían en un bucle interminable. Las escenas eran borrosas, los rostros irreconocibles, y las voces —solo ecos confusos de risas, llantos y gritos desesperados.

El caos reinaba en el sueño, y aunque no podía moverse, observaba todo desarrollarse como si fuera desde una perspectiva en tercera persona. Sin embargo, en el fondo, lo sabía —ella era esa chica que estaba en el centro de todo.