Siguiendo La Lista

Max agarró el puño de Mo con fuerza, su propio brazo temblando por la fuerza que estaba usando para mantenerlo en su lugar.

—¿Qué demonios estás haciendo? ¡Suéltame! ¿Te has vuelto loco? —gritó Mo, ahora presa del pánico.

Justo cuando Mo echaba hacia atrás su otro brazo para dar un puñetazo, Max atacó, su mano libre moviéndose rápidamente en una bofetada fuerte y seca que resonó en la mejilla de Mo. El golpe fue tan fuerte que dejó a Mo aturdido, su visión tambaleándose como si el mundo se hubiera inclinado.

—¿Quién va a ir al funeral de quién? —gruñó Max.

Luego, sin previo aviso, levantó la rodilla y la clavó justo en el centro entre las piernas de Mo. Mo soltó un grito ahogado, su cuerpo desplomándose en el suelo hecho un ovillo.

—Un golpe que podría derribar a Harry Potter —murmuró Max fríamente.

No se detuvo. Levantó la mano nuevamente y golpeó a Mo en la cara con el dorso, una segunda bofetada que hizo que la saliva saliera volando de la boca de Mo.