Los miembros de El Pozo y Lobo no estaban teniendo casi ningún problema para lidiar con los estudiantes. Tenían que ser un poco más cuidadosos debido al equipo que se estaba utilizando, pero los estudiantes claramente estaban poco pulidos cuando se trataba de combate real.
En ciertos momentos, las armas resultaban ser más un estorbo que una ayuda, con un notable titubeo acompañando cada golpe.
Y luego estaba el propio Lobo. Podía sentir el momento exacto en que cualquiera de sus miembros estaba en problemas, y su sola presencia era suficiente para hacer retroceder a un grupo de estudiantes que se acercaba.
Se quedó quieto por un momento, analizando la situación con ojos agudos, su enfoque atravesando directamente la multitud de estudiantes.
—Hmm... todos estos estudiantes son de rango F. Esperaba rangos E para que nuestra gente pudiera obtener un poco más de experiencia —murmuró Lobo en voz baja.