Conociendo a las Personas Correctas

Las tres chicas caminaban tomadas de la mano, mirando hacia atrás varias veces mientras la puerta de aquella habitación, en la que habían estado atrapadas hace apenas unos minutos, finalmente se cerraba tras ellas.

Todavía no entendían completamente cómo habían logrado salir. Todo parecía un borrón, demasiado rápido, demasiado intenso. Pero ninguna quería quedarse el tiempo suficiente para hacer preguntas.

En su lugar, abandonaron la bolera por completo, sin detenerse hasta que estuvieron fuera del parque y de vuelta en una calle concurrida, rodeadas por el ruido y el movimiento de la vida cotidiana.

Incluso con toda la gente pasando, no se sentían seguras.

No realmente.

—¿Qué fue eso allá atrás? —preguntó Cindy, todavía un poco sin aliento.