Una Oportunidad Aceptada, Un Beso Público

Mirando a los ojos de Rhys Knight, sentí que algo se desmoronaba dentro de mí. Los muros que había construido durante cuatro dolorosos años comenzaron a agrietarse y a caer. Su mirada no contenía más que sinceridad mientras esperaba mi respuesta, sus manos cálidas alrededor de las mías, la rosa blanca presionada entre nuestras palmas.

—Ve el cambio en mí, Elara —había susurrado—. Danos una oportunidad real.

Mi loba aullaba de alegría, empujándome hacia él con una urgencia que apenas podía contener. Ella nunca había dejado de reconocerlo como nuestro, incluso cuando la obligué a retroceder detrás de muros de autopreservación. Ahora, se estaba liberando, desesperada por la conexión que a ambas se nos había negado.

Examiné su rostro una última vez, buscando cualquier indicio de la crueldad o arrogancia que una vez lo definieron. En cambio, solo encontré apertura, vulnerabilidad y una esperanza desesperada y frágil.