El Último Señuelo: Un Teléfono Roto, Una Reparación Fingida

Me quedé mirando la pantalla en blanco del mensaje de texto por décima vez esa mañana, extrañando a Rhys más de lo que quería admitir. Solo habían pasado dos días desde que se había ido para su reunión fuera de la manada, pero se sentía como semanas. Nuestras videollamadas por la noche eran lo más destacado de mi día, su voz envolviéndome como una caricia incluso a través del teléfono.

—Tierra llamando a Elara —Seraphina agitó su mano frente a mi cara—. Has estado mirando tu teléfono durante cinco minutos seguidos. Se está volviendo extraño.

Estábamos sentadas en nuestra mesa habitual en la cafetería del campus, con el bullicio del almuerzo arremolinándose a nuestro alrededor. Dejé mi teléfono de mala gana.

—Lo siento. Solo estaba...

—¿Suspirando? —sugirió con una sonrisa conocedora—. En realidad es bastante lindo verte tan enamorada. Nunca pensé que llegaría el día en que Elara Vance estaría contando los minutos hasta que el chico malo Rhys Knight regrese.