Un Tono Extraño

La princesa Gu había preparado un maravilloso arreglo matrimonial para Chaoyan. Y el Señor Huai estaba ayudando a Chaoyan en la corte también.

Con todo esto en consideración, debería ir y traer a la chica de vuelta, pero...

La Señora Gu pensó un rato y concluyó que la chica debería recibir una lección, para que pudiera entender que una médica hábil como ella necesitaría la ayuda de la Mansión Gu.

Cuando la idea cruzó su mente, la Señora Gu suspiró y sacudió la cabeza. —Me gustaría salvar a tu Señorita, pero no es algo difícil. Ella es la Señorita de la Familia Gu, así que cuando la Madame Duque Changning ya no esté enojada, todo el asunto terminará por sí solo. No te preocupes, levántate ahora.

Al escuchar esto, Qing se puso tan triste que las lágrimas brotaron de sus ojos.

Estaba totalmente devastada. ¡A la Familia Gu no le importaba la vida o muerte de la Señorita!

Entonces pensó en la Familia Lin y salió corriendo como una maniática.