Leopold Shepherd hizo girar el líquido ámbar en su copa, mientras la luz del fuego se reflejaba en el cristal.
—En realidad, Knight, me gustaría que estuvieras presente cuando Sebastian se entere de la noticia.
Levanté una ceja, sorprendido por la sugerencia.
—¿Quieres que esté presente en la reunión de rechazo?
—En efecto —una ligera sonrisa se dibujó en el rostro de Leopold—. Tengo una reunión programada con Sebastian mañana por la mañana en el Banco Eldoria. Él espera finalizar los detalles del préstamo. En cambio, se enterará de que su solicitud ha sido denegada —se inclinó hacia adelante—. Tu presencia... enfatizaría el mensaje.
La idea era deliciosamente satisfactoria. Presenciar de primera mano el momento en que el mundo de Sebastian Hawthorne comenzara a desmoronarse.
—¿A qué hora?
—A las diez. En mi sala de conferencias privada —los ojos de Leopold brillaron con entendimiento—. ¿Entiendo que nos acompañarás?