El mensaje de Tony Stark resonó en la mente de Peter: "Quiero que conozcas a alguien." La anticipación era una mezcla de nerviosismo y emoción. ¿Sería Rhodey? ¿Pepper Potts? O, como sospechaba Peter, ¿alguien de S.H.I.E.L.D.?
La cita, como la llamó Tony, fue en un almacén anónimo en las afueras de la ciudad, alejado de las miradas curiosas. Peter llegó como Spider-Man, balanceándose hasta el tejado, sus sentidos arácnidos en alerta máxima. Había un jet quinjet de S.H.I.E.L.D. aparcado cerca. Peter tragó saliva. Lo sabía.
Dentro del almacén, Tony Stark estaba esperándolo. Llevaba una chaqueta elegante, pero su rostro, aunque ahora sano, mostraba el cansancio de las últimas semanas. A su lado, de pie con una autoridad inquebrantable, estaba un hombre afroamericano con un parche en el ojo y una gabardina negra. Nick Fury.
"Araña," dijo Tony, una sonrisa irónica en su rostro. "Me alegra que pudieras hacer espacio en tu apretada agenda de rescate de gatos. Te presento a Nick Fury, director de S.H.I.E.L.D. Y sí, chico, el parche es real."
Peter se quedó inmóvil. Este era el hombre al que había visto en las escenas post-créditos de su vida anterior. El hombre que unía a los héroes.
Fury dio un paso adelante, su única mirada intensa y penetrante. No había calidez, solo una evaluación fría y calculadora. "Spider-Man. He oído hablar mucho de ti. Tus operaciones en Queens. Tu... intervención en Afganistán. Y tu asistencia no solicitada en la Expo Stark."
"Solo intentaba ayudar, señor," respondió Peter, su voz un poco más aguda de lo que quería. Se sentía como un niño en la oficina del director.
"Lo notamos," dijo Fury, sin cambiar su expresión. "El problema es que, en este mundo, 'ayudar' sin supervisión puede llevar a un caos no deseado. Eres un activo desconocido. Y a S.H.I.E.L.D. no le gustan los desconocidos."
Tony intervino. "Relájate, Fury. El chico es de los buenos. Un poco imprudente, sí, pero con un buen corazón. Y lo que es más importante, con un intelecto que rivaliza con el mío, si no es que me supera en ciertos aspectos." Tony miró a Peter. "Tus observaciones sobre Vanko fueron cruciales, Araña. Me ahorraron mucho tiempo... y posiblemente un funeral."
Peter sintió un rubor bajo su máscara.
"Aquí está la oferta, Spider-Man," dijo Fury, volviendo al punto. "S.H.I.E.L.D. quiere conocerte mejor. Queremos integrarte. Entrenarte. Darte el apoyo y los recursos para hacer lo que haces de una manera más... controlada."
"¿Unirme a S.H.I.E.L.D.?", preguntó Peter, sorprendido. La idea era abrumadora.
"No exactamente unirte. Digamos que serías un 'consultor' especial," explicó Tony. "Mantendrías tu autonomía, pero tendrías acceso a inteligencia, tecnología, y una red de apoyo que ni siquiera yo puedo ofrecerte solo. Y a cambio, S.H.I.E.L.D. obtiene un activo valioso en el campo, uno que parece tener una extraña habilidad para aparecer donde se necesita."
Fury asintió. "No te pedimos tu identidad. Eso es tuyo. Pero queremos una línea de comunicación más formal, la voluntad de seguir ciertas directivas, y un compromiso con los ideales de S.H.I.E.L.D. La protección de este planeta. Y te pondremos en una lista, por si las cosas se ponen realmente mal."
Peter miró a Tony, luego a Fury. Esto era enorme. La oportunidad de hacer una diferencia a una escala mucho mayor. De ser parte de algo que estaba por encima de las calles de Queens. La idea de los Vengadores, de las amenazas cósmicas, estaba a solo un paso.
"¿Qué tengo que hacer?", preguntó Peter, la emoción eclipsando sus dudas.
Fury permitió una pequeña, casi imperceptible, curva en sus labios. "Nada por ahora. Solo sigue haciendo lo que haces. Pero con un poco más de... discreción. Y mantente en contacto. Tony te dará los detalles del canal."
Tony puso una mano en el hombro de Peter. "Y escucha a Fury, chico. No es el tipo de persona a la que le gusta repetir las cosas. Pero en serio, buen trabajo. Sabía que no me equivocaba contigo."
Mientras Peter se preparaba para irse, la voz de Fury lo detuvo. "Una cosa más, Spider-Man. No sabemos de dónde vienes. No sabemos cómo obtuviste tus habilidades. Pero lo averiguaremos. S.H.I.E.L.D. tiene una forma de saberlo todo."
Peter asintió, su corazón un poco más pesado con esa última advertencia. La oferta era tentadora, una escalera hacia un propósito mayor. Pero el ojo de S.H.I.E.L.D. ahora lo estaba observando, y su secreto más profundo, la verdad de su origen, estaba bajo una amenaza inminente. El mundo de Peter Parker, el héroe, estaba a punto de expandirse de maneras que nunca había imaginado.