El alta médica llegó más rápido de lo esperado.
El doctor no podía creerlo: las fracturas, los hematomas, las costillas… todo había sanado casi por completo.
—Es como si tu cuerpo se hubiera regenerado solo… —comentó, desconcertado.
Pero Jiho sabía la razón. Su habilidad pasiva, Recuperación Acelerada (F+), había hecho su trabajo. Su cuerpo había superado los límites humanos.
Abandonó el hospital con una bolsa ligera y un corazón pesado de ideas.
—Por fin… libre. —murmuró mientras caminaba por las calles grises de la ciudad.
Pero su paz no duró.
A unas cuadras de su casa, cuatro figuras conocidas bloqueaban el paso en un callejón.
—Vaya, vaya… ¿no es Jiho Han? —rió uno de ellos, con una cicatriz en la ceja—. Pensé que estabas muerto en el hospital.
—¿Creíste que escaparías de nosotros tan fácil? —gruñó otro—. Hoy pagas las deudas, basura.
La pantalla azul apareció de repente.
> 🔷 [¡Nueva misión!]
"Derrota a los matones."
Objetivo: Vence a los 4 agresores.
Recompensa: +1 Fuerza, +1 Agilidad.
Penalización: Lesiones graves.
> Habilidad activa disponible: "Low Kick (F)"
Efecto: Patada baja que reduce la movilidad del enemigo.
Jiho apretó los puños.
Por primera vez… no temía.
—¿Quieren pelear…? Perfecto. —sonrió— Yo también tengo algo nuevo que probar.
El primero se lanzó con un puñetazo directo. Jiho se agachó, esquivando con fluidez, y su pierna salió disparada.
> 🔷 [¡Low Kick (F) activada!]
¡CRACK!
El golpe dio en la rodilla del matón, haciéndolo caer con un grito.
—¡Mi pierna…! —se quejó, arrastrándose.
—¿Qué… qué diablos? —dijo otro, sorprendido.
Jiho giró, esquivando otro ataque, y le propinó un codazo en el estómago. El matón cayó sin aire.
El tercero trató de golpearlo con una cadena… pero Jiho lo detuvo con un agarre firme y lo tiró al suelo con facilidad.
El cuarto dudó… demasiado tarde. Jiho se impulsó y, con una nueva Low Kick bien colocada, derribó también a ese último.
Los cuatro estaban en el suelo, gimiendo de dolor.
La pantalla azul parpadeó frente a sus ojos:
> [Misión completada]
+1 Fuerza
+1 Agilidad
> Habilidad activa "Low Kick" ha subido de rango:
Low Kick (F+) — Potencia aumentada. Probabilidad de desestabilizar al enemigo incrementada.
> Nivel aumentado: Nivel 3
Jiho respiró hondo. Su cuerpo no estaba agotado. Su recuperación seguía funcionando bien. No había recibido ni un solo golpe limpio.
—¿Esto… es el poder real? —murmuró, mirando sus manos.
Los matones apenas podían moverse. Jiho les dirigió una última mirada fría.
—No vuelvan a cruzarse en mi camino.
La pantalla brilló una vez más.
> 🔷 [Nueva misión disponible mañana a las 00:00]
Jiho se dio la vuelta, dejando atrás el callejón.
Por primera vez… no era la presa.
Era el cazador.
Jiho caminó por la acera con paso tranquilo, alejándose del callejón donde los cuatro matones seguían tirados, quejándose de dolor. Por primera vez en mucho tiempo no sentía miedo. Al contrario… dentro de él crecía una confianza desconocida.
El aire nocturno acariciaba su rostro mientras la pantalla azul apareció una vez más:
> 🔷 [Estado actualizado]
Nivel: 3
Vitalidad: 4
Resistencia: 4
Fuerza: 3
Agilidad: 2
Inteligencia: 1
> Habilidad pasiva: "Recuperación Acelerada (F+)"
Efecto: Las heridas leves sanan un 20% más rápido.
> Habilidad activa: "Low Kick (F+)"
Efecto: Patada baja que reduce la movilidad y desestabiliza al enemigo.
Jiho cerró la ventana con un gesto mental.
—Subo de nivel… incluso mis reflejos mejoraron. Esto es real —se dijo en voz baja—. No soy el mismo Jiho de antes.
Mientras avanzaba, notó que la gente lo observaba diferente. Ya no era ese chico encorvado y tembloroso que evitaba miradas… ahora su postura había cambiado, su mirada era firme, su andar seguro.
—Esto es sólo el primer paso… —murmuró.
Pero de pronto, el sistema volvió a activarse:
> 🔷 [Advertencia del Sistema]
"Detectada presencia hostil en el entorno. Precaución recomendada."
Jiho frunció el ceño y miró discretamente a su alrededor… pero no vio nada extraño.
—¿Presencia hostil...? ¿Otro matón?
La pantalla no reveló más información. Era como si el sistema sintiera algo… o alguien… más peligroso cerca.
—Tch… no puedo relajarme ni un segundo.
Finalmente llegó a su casa. Abrió la puerta de su pequeño apartamento y se dejó caer en el sillón, agotado.
Pero en su mente… las palabras del Creador seguían resonando:
"Un gran mal… otro portador…"
—¿Será esa presencia hostil de la que hablaba...? —pensó, cerrando los ojos y decidiendo dormir.