Capítulo 30 Ternura Repentina

Habiendo tomado su decisión, Liu Zheng relegó el asunto al fondo de su corazón.

Sus emociones también volvieron a la normalidad.

Volvió a doblar las dos páginas de la carta y las guardó en el sobre.

Al ver que sus emociones se recuperaban, Liu Daniu no pudo evitar soltar un largo suspiro a su lado.

—Xiao Zheng, ahora debes entender que no somos hermanos biológicos.

Liu Zheng agarró con fuerza la mano de Liu Daniu, mirándolo con un dejo de tristeza, y dijo:

—Hermano mayor, aunque no compartamos la misma sangre, sigues siendo mi verdadero hermano mayor.

—Cuando me acosaban de niño, tú eras quien me protegía. Cuando caí al río y casi me ahogo, fuiste tú quien saltó sin pensarlo dos veces para salvarme. Así que, aunque no estemos relacionados por sangre, sigues siendo mi verdadero hermano mayor.

Al escuchar las palabras de Liu Zheng, una expresión resignada cruzó brevemente el rostro de Liu Daniu.

Negó ligeramente con la cabeza, su expresión llena de determinación, y dijo: