Su atuendo descuidado y comportamiento promiscuo llenaron el corazón de Zhang Cuihua de repentino dolor e ira.
Sus ojos enrojecieron mientras luchaba por creer la escena frente a ella.
Liu Qingshan notó la llegada de Zhang Cuihua. Su expresión cambió, y torpemente detuvo su abrazo. Zhang Cuihua caminó silenciosamente hacia Liu Qingshan, miró su rostro familiar, y sintió que su corazón se llenaba de decepción y dolor.
Liu Qingshan permaneció en silencio por un momento antes de finalmente hablar:
—Oh, Cuihua, ¿tú también viniste? Bueno, mira eso, lo viste todo... es solo un malentendido.
En realidad, Liu Qingshan lo hizo a propósito, para encubrir su aventura.
Su voz era algo temblorosa, pero su expresión facial parecía tan natural.
Zhang Cuihua respiró profundamente, tratando de mantener la calma lo mejor posible, y preguntó:
—¿Un malentendido? Entonces, ¿quiénes son estas mujeres? ¿Por qué estás con ellas?