Las dos partes firmaron el acuerdo de apuesta.
El contenido del acuerdo era triple: primero, la apuesta era de cinco millones.
Segundo, los fondos utilizados para comprar las piedras de jade en bruto no podían exceder un millón.
Esto fue propuesto por Chen Guanglei, ya que solo le quedaba un millón.
Tercero, el jade de la parte perdedora pertenecería al ganador.
—Chico, gracias por los cinco millones.
Chen Guanglei se burló con una sonrisa, marchándose con Zhao Yulu para seleccionar las piedras en bruto.
—Esposo, ¿realmente puedes saber qué piedras en bruto contienen jade? —Zhao Yuxin estaba un poco preocupada.
—No debería ser un problema; lo verás en un momento. —Xu Yang no estaba preocupado en absoluto.
¡Con el sistema en mano, el mundo es mío!
Deambularon durante más de media hora, habiendo mirado las piedras en bruto en casi todas las tiendas.
A Xu Yang le bastaba una mirada para saber si había jade dentro de una piedra y qué tipo de jade era.