Preparándose

A media tarde, Gray estaba de vuelta en su oficina.

Gray se reclinó en su silla con su blazer colgado sobre el reposabrazos y las mangas aún arremangadas. Su portátil estaba abierto, pero sus ojos no estaban en él.

En cambio, observaba el pequeño remolino de vapor que se elevaba de su taza de café recién preparado.

*Toc *Toc

Mientras estaba en su pequeño mundo, un suave golpe sonó en la puerta.

—Adelante.

Gray levantó la mirada cuando Marcus entró. Llevaba una carpeta en una mano mientras caminaba hacia su mesa.

—Espero no estar interrumpiendo nada.

—Para nada —dijo Gray, dejándolo entrar.

Marcus asintió y entró completamente. Colocó la carpeta sobre el escritorio antes de acercar un poco la silla habitual para visitantes. Aún no se sentó.

—¿Cómo fue tu visita? —preguntó con una leve sonrisa—. Escuché que estuviste en la tienda otra vez esta mañana.

Gray dejó escapar una risa silenciosa y finalmente se inclinó hacia adelante.