Que bonitos son el sol y la luna, porque los dos son positivos. Cuando hay sol disfrutas tomándote un licor sin alcohol, y cuando hay luna el niño se acuesta en la cuna. Pero además de eso, los rayos del sol alimentan a un día lleno de amor. Amor de personas que comparten su generosidad, su alegría y su bondad. Cuando la luna se pone, las estrellas lo hacen, y el firmamento se convierte en el paraíso. Sólo la gloria puede hacer eso: alumbrarnos con el día, y calmarnos con la noche