Capítulo 79 - Una Grieta en la Armadura del Alfa
(Advertencia: Este capítulo contiene contenido explícito y está destinado a lectores maduros.)
Estaba perdiendo la cabeza.
Las manos de Kaelen agarraban mis muslos con una fuerza que dejaba moretones, abriéndome más de lo que jamás había estado antes. El vibrador zumbaba sin piedad contra mi clítoris hinchado mientras su grueso miembro me embestía con una precisión implacable. Mi cuerpo ya no me pertenecía—le pertenecía a él, respondiendo a cada una de sus órdenes a pesar de los débiles intentos de mi cerebro por resistirse.
—Mírame —gruñó, moviendo una mano para sujetar mi mandíbula—. Quiero ver tus ojos cuando te desmorones.