Capítulo 37

Capítulo 37 - La confesión moribunda de Ivy: Un legado de mentiras

Me senté en mi coche fuera del hospital, agarrando el volante hasta que mis nudillos se pusieron blancos. Mi cabeza era una tormenta de emociones—dolor por alejar a Damien, incertidumbre sobre sus verdaderas intenciones, y temor por enfrentar nuevamente a mi familia tóxica.

—Contrólate, Hazel —murmuré para mí misma, parpadeando para contener las lágrimas—. Sobreviviste sin Damien Sterling antes. Lo harás de nuevo.

Pero el dolor en mi pecho sugería lo contrario.

Había recibido la llamada temprano esa mañana—Ivy estaba gravemente enferma, y necesitaban que firmara los documentos de transferencia de acciones inmediatamente. El momento no podría haber sido peor, pero quizás lanzarme a esta confrontación final me distraería de los pensamientos sobre Damien.