Capítulo 62

Capítulo 62 - Un gesto tierno y un juramento retorcido

Damien regresó a la mesa con un ligero ceño fruncido en su frente.

—Te pido disculpas, Hazel. Hay una situación urgente en la sede que requiere mi atención inmediata.

—No te preocupes —dije, tratando de ocultar mi decepción—. El deber llama, ¿verdad?

Él asintió, su expresión suavizándose mientras me miraba.

—Preferiría quedarme aquí contigo.

Mi corazón se agitó con sus palabras. Todavía me estaba acostumbrando a lo directamente que expresaba su interés en mí, tan diferente de los vagos cumplidos de Julian que siempre parecían ensayados.

—Cuida ese brazo —continuó Damien, señalando mi herida recién vendada—. Y por favor, llámame si necesitas algo. Lo que sea.

Asentí, tocando el pequeño tubo de pomada antibiótica que el médico había dejado.

—Gracias por esto. Fue... considerado.

—Hazel. —Su voz bajó, más íntima—. Quiero que me llames Damien cuando estemos a solas. No Sr. Sterling.