Confianzas y Treguas

(Punto de vista en tercera persona).

Meredith estaba sentada al borde de su cama, con las manos inmóviles sobre su regazo, los ojos vidriosos con pensamientos que no podía desenredar.

Entonces la puerta de entrada a su habitación crujió ligeramente, y Kira entró con pasos ligeros, sus brazos acunando un juego nuevo de sábanas.

El susurro de la tela sacó a Meredith de su aturdimiento. Sus ojos parpadearon lentamente, y luego se volvió hacia Kira, su voz ronca y apenas por encima de un susurro.

—¿Ha despertado la niña?

Las cejas de Kira se elevaron ligeramente con sorpresa, pero asintió de inmediato.

—Sí, mi señora. Lo ha hecho.

Meredith se levantó lentamente de la cama, su postura aún rígida con un peso no expresado.

—Llévame con ella.

Kira colocó cuidadosamente las sábanas sobre la pequeña mesa central, todavía un poco sorprendida.

—Sí, mi señora.

No esperaba que su señora, que todavía estaba afectada por todo, preguntara por Xamira.