Cortando el Último Vínculo

El estruendo del equipo médico contra la pared resonó por toda la habitación del hospital. El berrinche de Ivy había escalado de gritos a violencia, su rostro contorsionado de rabia mientras arrojaba todo lo que tenía a su alcance contra Alistair.

—¡Lo prometiste! —chilló, agarrando una jarra de agua—. ¡Dijiste que te quedarías conmigo para siempre!

Alistair esquivó el proyectil con facilidad practicada. Su expresión permaneció inquietantemente tranquila, casi distante, como si estuviera observando el colapso de una extraña en lugar del de su esposa.

—Dije que me quedaría hasta el final —corrigió, su voz desprovista de emoción—. Nunca prometí para siempre.

El pecho de Ivy se agitaba por el esfuerzo. —¡No puedes dejarme ahora! ¡Me estoy muriendo!

Una fría sonrisa cruzó el rostro de Alistair. —¿Lo estás? Los médicos parecen pensar lo contrario.