Una acusación desagradable y una bebida contaminada

El punto de vista de Hazel

El mensaje de Gloria todavía ardía en mi mente mientras daba la vuelta con mi coche a regañadientes y regresaba al café. Esto no había terminado. Si los Everetts estaban lo suficientemente desesperados como para hacerme seguir, necesitaba saber exactamente qué estaban planeando.

La sorpresa de Gloria fue evidente cuando me deslicé de nuevo en el asiento frente a ella.

—¿Cambiaste de opinión sobre huir? —preguntó, con una sonrisa burlona en sus labios.

—Cambié de opinión sobre escucharte —respondí fríamente—. Si tienes algo que decir, dilo ahora.

Gloria hizo una señal a un camarero.

—Necesitaremos menús después de todo.

La observé cuidadosamente mientras pedía un almuerzo extravagante para ella. Su confianza parecía restaurada, lo que me puso en alerta.

—Deberías probar el risotto de champiñones —sugirió—. Es divino.

—Solo tomaré jugo de naranja —le dije al camarero, ignorando su recomendación.

Cuando se fue, Gloria se inclinó hacia adelante.