## El punto de vista de Hazel
Sebastián dominaba el escenario con un carisma natural que me dejaba sin aliento. Su voz resonaba por todo el auditorio, captando la atención sin esfuerzo. No podía apartar mis ojos de él.
—Es increíble —le susurré a Vera a mi lado.
Ella sonrió con picardía.
—Y es tuyo.
Esas palabras provocaron un aleteo en mi pecho. ¿Era mío? La idea me hacía sentir mareada de emoción y aterrorizada por las implicaciones.
Saqué mi teléfono, enviándole un mensaje a Vera a pesar de estar sentada justo a mi lado:
*«Todos lo están mirando. Está en otra liga completamente».*
Vera revisó su teléfono y respondió:
*«¿Y qué? Eres Hazel Shaw. Perteneces a cualquier liga que elijas».*
Sonreí ante su inquebrantable confianza en mí. Antes de que pudiera responder, una sombra cayó sobre mi pantalla.
—¿Todavía escondiéndote detrás de tu teléfono, Hazel? Algunas cosas nunca cambian.