## El punto de vista de Hazel
La puerta se cerró tras de mí, dejando a Tanya encerrada con su rabia y humillación. Debería haberme sentido triunfante. En cambio, un vacío doloroso se instaló en mi pecho.
Mi teléfono vibró. El nombre de Madison apareció en la pantalla.
—¿Cómo está Quentin? —pregunté inmediatamente.
—Le están poniendo puntos ahora —dijo Madison, con la voz tensa de preocupación—. Cuatro puntos sobre la ceja. El médico quiere hacer algunas pruebas para descartar una conmoción cerebral.
La culpa me golpeó. Un hombre inocente estaba sangrando por culpa del drama tóxico de mi familia.
—Voy para allá ahora mismo —dije, ya moviéndome hacia el ascensor—. ¿Qué hospital?
—Hospital General Mercy. Tercer piso, sala de examen 12.
—Estaré allí en veinte minutos.