La batalla continuaba día tras día, y Mu Can también comenzó a crecer rápidamente. No solo había hecho grandes progresos en habilidades de combate, sino que también se familiarizó más con el cuerpo del Clan del Dragón.
—Heredero, te quedan diez días para la prueba, y la finalización actual es del treinta por ciento. Por favor, completa la tarea lo antes posible, de lo contrario, serás tratado como un fracaso y serás borrado —una voz misteriosa resonó en su mente justo después de terminar una batalla.
—Maldita sea, han pasado casi diez días y solo se ha completado el treinta por ciento, ¿qué pasa con el resto? —Mu Can tenía una expresión preocupada en su rostro.
En los últimos diez días, habían estado luchando casi todos los días, pero aún no habían visto ni un atisbo de la Ciudad Dragón. Solo estos Gigantes llamados Soldados Mixtos ya los habían agotado.
—Pequeño Hei, ¿qué pasa? —el líder preguntó con preocupación al ver la cara preocupada de Mu Can.