—Serpientes Negras... —murmuró Leo después de despertar, el nombre aferrándose a sus pensamientos como una sombra persistente.
—¿No es esa la organización a la que se supone que debo unirme después de graduarme de Rodova? —murmuró, agarrándose la cabeza mientras hacía todo lo posible por estabilizar su respiración.
Su corazón aún latía con fuerza en su pecho, los restos del horrible sueño negándose a desvanecerse.
Sin embargo, con [Indiferencia del Monarca] trabajando a toda marcha, pronto recuperó el control, mientras comenzaba a analizar su sueño, tratando de extraer todo lo valioso que pudiera de él.
—Noah jugó con esos oponentes de nivel Trascendente que lo enfrentaron —recordó Leo, mientras su mente reproducía las secuencias de lucha que acababa de observar.